
Ser profeta en su tierra, Alberto Grau
El pasado domingo el Palau de la Música Catalana a sala llena rindió homenaje al compositor catalán-venezolano, Alberto Grau. Este concierto interpretado por el coro de niños del Palau de la música y coros del Secretariado de coros Infantiles de Cataluña, bajo la dirección de la maestra María Guinand significa el reconocimiento del valor educativo, artístico y comunitario de la obra del maestro Grau.
En Venezuela, la tierra donde creció y echó raíces ha sido profeta desde hace casi sesenta años, en los cuales ha sido director de la “Schola Cantorum de Venezuela”, propulsor de un amplio movimiento coral en todo el país a través del Movimiento Coral Cantemos, constructor de “El Sistema” junto al maestro José Antonio Abreu, y sobre todo formador de nuevas generaciones de directores y compositores de música coral, desde la Escuela de Canto Coral de la Fundación Schola pasando por la creación de la carrera de Director de Coros en el sistema formal de educación musical del país y llegando hasta la creación de la primer Maestría en Música del país. Como compositor es autor de numerosas piezas corales para distintos tipos de conformación, pero de manera especial ha construido un programa de educación musical desde la infancia poniendo énfasis en niños y jóvenes para el crecimiento y la consolidación de un vasto movimiento coral a futuro.
Esta semana, ha sido su tierra natal la que se ha rendido a sus pies, reconociendo el valor de la obra de Grau, que va más allá del hecho musical caminando hacia la formación en valores y ciudadanía de quienes van creciendo dentro del programa. Los niños y jóvenes catalanes han descubierto la maravillosa, lúdica y rítmica música de Grau y la han exhibido en el famoso Palau de la música, bajo la batuta de su discípula mas aventajada, la maestra María Guinand, su compañera de vida también.

El público catalán que plenó la sala, una de las más importantes de Europa, sucumbió ante la fuerza, el color y el ritmo de su música que se caracteriza por una profunda expresividad, el uso innovador de la voz y una fuerte conexión con la identidad cultural latinoamericana y venezolana.
A través de su enseñanza y dirección, ha promovido el desarrollo del canto coral en Venezuela y ha inspirado a jóvenes talentos a explorar la música coral como una forma de expresión artística y comunitaria.
Después de este fin de semana podemos decir que Alberto Grau ha sido profeta en sus dos tierras. Su legado está vivo en cada coro que interpreta sus piezas y en cada estudiante que aprende bajo su influencia. “La ronda que nunca se acaba” una de sus piezas para coro infantil y juvenil ha sido el leitmotiv de este concierto que no se acaba con los aplausos, sin o que marca uno y mas comienzos.
¡Qué siga la ronda, que nunca se acabe!
Texto: Andrés Ferrer / Fotografías: Elssen Beatriz Lombó




Querido Alberto, qué bien merecido este homenaje.
Mis más sinceras felicitaciones y un fuerte y afectuoso abrazo.
Gracias por haberme dado la maravillosa oportunidad de haber cantado en la Scholla y haber convivido la aún más maravillosa experiencia musical de Arezzo
Mi eterno agradecimiento
Ingrid Conde